miércoles, 26 de mayo de 2010

Un mundo dentro de mi

Escribir, es muy interesante el hecho de saber que puedes crear un mundo mágico que puedes crear lo que quieras, que puedes ser quien quieras, puedes hacer lo que quieras, hacer lo peor que pase por tu mente, lo más loco, lo más estúpido, lo que se te ocurra.
Solo debes de escribir, solo debes de dejar fluir tus dedos por una computadora y ver como mágicamente van apareciendo las letras, o tomar una pluma y una hoja de papel, o un pedazo de papel de baño, o una revista, un muro, el suelo, tu mano, lo que sea cualquier superficie es apta para dejar fluir la imaginación y crear una mágica historia, un cuento de terror, una paradoja, una serie de letras que no todos entenderán, tal vez sean pocos los que consigan comprender la magia de lo que estas plasmando, puede que sean contados los que lleguen a formular en su imaginación la misma imagen que tú tienes, pero no te preocupes si no crean la misma imagen que tu, mientras una imagen aparezca en su cabeza, habrá funcionado, incluso si solo lo confunde, habrás logrado algo.
Puedes escribir cosas y leerlas en un futuro y comprender como te sentías en ese momento, es como una foto del alma, es como regresar a ese sentimiento que te ocupo en el pasado, es revivir eso, tal vez ya lo veas de manera diferente, pero vivirás de nuevo un sensación.
Son pequeños símbolos que se continúan unos a otros y con unos cuantos espacios, es bueno escribir cuando estas triste, cuando estas feliz, cuando estas enojado, cuando estas enamorado, cuando odias el amor, cuando odias el odio.
Me gusta a veces escribir cosas sin sentido, cuentos que no tienen lógica ni tiempo ni lugar ni espacio, solo escribo, solo digo lo que siento como lo siento, solo revuelvo en un mundo de palabras como se encuentra mi corazón mi mente mi espacio, mi universo, mi todo.
Muchas personas escriben para otras personas, yo escribo para mi, nunca espero que alguien lo lea, sé que si vendiera un libro, aparte de mi mamá y un par de amigos nadie más lo compraría, ni siquiera yo, escribo las cosas y nunca más las vuelvo a leer, no me interesa a menos que sea algo que quiera conservar para mi futuro, hay momentos en que simplemente no tengo palabras simplemente eso ninguna palabra viene a mi mente, a veces existen tantas palabras y llegan todas de a montón y no se cual escribir primero, en algunos momentos, no puedo escribir, no me siento con ganas, y escribo una sola palabra y esa lleva a otra y a otra, y de repente ya no puedo parar, y algunas veces empiezo a escribir tengo las ganas y las ideas y de repente “fum” se va todo, no queda nada y me quedo como un texto como la monalisa, sin llanto y sin sonrisa, o bien llorando o riendo, depende de que como se vea.
Escribir puede servir como protesta, como declaración, como nada y como todo, puedes escribir en cualquier momento, en la cama, en el baño, mientras comes, mientras estas en una clase aburrida donde el profe se pasa más de media hora de su clase y no te deja salir mientras tienes que ir a trabajar, pero al él no le importa, solo quiere hacer un falso papel de “buen” profesor, escribir sirve para esto para quejarte de un profe sabiendo que tu coordinadora vera esto.
A veces quisiera vivir en los cuentos que escribo, a veces quisiera entender cómo es que puede existir un mundo tan perfecto en mi mente, espero que si alguien en algún lugar de este, o de cualquier otro universo lee esto, se inspire un poco y escriba lo que su corazón le mande, tal vez sea unas 1000 cuartillas para decir una sola cosa, o un te amo en un pequeño papel para decir millones de cosas.

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